Deja de poner excusas y toma el control de tu vida

Deja de poner excusas y toma el  control de tu vida
Photo by Omar Prestwich / Unsplash

¡Hey!

Sí, tú, que estás ahí leyendo esto mientras pospones por enésima vez ese proyecto personal que tanto te ilusiona. No me mires así, sabemos que todos hemos estado ahí, ¿cierto? Buscando la excusa perfecta, la razón impecable para justificar por qué aún no hemos empezado.

Quizás esperas a que los astros se alineen, o que el guiri termine de sacudir sus pies llenos de arena de la playa y te deje por fin el hueco libre para aparcar tu coche.

Spoiler: ¡eso no va a pasar!

Déjame decirte algo que puede sonar a cliché, pero que es más real que la serie que prometiste dejar de maratonear: La vida es una sola. Así es, no hay ensayos generales, no hay segundas tomas, y definitivamente, no hay mejor momento que el presente para dejar de victimizarte por lo que fue y no será.

¿Experiencias negativas? Todos las tenemos, son como las subscripciones a emails que nunca pedimos: inevitables pero gestionables.

Recuerda, puedes ser tu mayor fan o tu peor enemigo. ¿Vas a permitir que los comentarios fuera de lugar de tu profesor de séptimo grado defina tus habilidades oratorias para siempre? Vamos, que una mala nota en un trabajo no es la premonición de un fracaso perpetuo. ¡Es hora de enderezar ese camino y decidir a qué velocidad quieres tomarlo!

Todo está en nuestras manos, y cuando digo nuestras, me refiero a las tuyas también.

Sí, justo esas que quizás ahora mismo están sosteniendo un teléfono móvil o deslizando por una tablet. No las mires, mejor úsalas para empezar a escribir ese plan, ese sueño, esa nueva aventura. Y no, no me refiero a abrir una nueva pestaña en el navegador para buscar “Cómo evitar procrastinar”.

Así que, ¿qué vas a hacer al terminar de leer esto? ¿Seguirás buscando excusas o finalmente asumirás el control de tu vida? La decisión es tuya, y espero, por tu bien, que elijas sabiamente.

Y recuerda, compartir este post también podría ser un buen primer paso para inspirar a otros.

¡Vamos, que se puede!